¿Por qué duelen las articulaciones cuando cambia el tiempo? Mito o realidad
Una frase común que todos hemos escuchado en algún momento es: “Me duelen las rodillas, seguro que va a llover”. Personas mayores, pacientes con artritis o aquellos que han sufrido lesiones en las articulaciones suelen relacionar el cambio climático con un aumento del dolor articular. Pero, ¿qué tan cierto es esto? Vamos a desglosar esta creencia desde un punto de vista médico.
Lo que dicen los pacientes:
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"El frío me cala los huesos, me cuesta hasta caminar".
Personas mayores con artrosis suelen asociar el descenso de temperatura con mayor rigidez y dolor articular. -
"Antes de que cambie el tiempo, ya siento las manos hinchadas".
Pacientes con artritis reumatoide reportan un aumento de inflamación con cambios bruscos en la presión atmosférica. -
"El dolor en mi tobillo, por aquella fractura, se intensifica cuando va a llover".
Lesiones articulares antiguas parecen ser más sensibles en momentos de alta humedad.
¿Mito o realidad?
La ciencia nos dice que esta percepción tiene algo de verdad, pero también es importante entender por qué ocurre. El dolor articular no lo provoca el cambio climático directamente, sino las condiciones que el cuerpo experimenta en respuesta a factores ambientales. A continuación, las posibles causas:
Posibles causas del dolor articular en relación al clima:
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Cambios en la presión barométrica (presión atmosférica):
Cuando la presión barométrica disminuye antes de una tormenta, puede generar que los tejidos alrededor de las articulaciones se expandan ligeramente, ejerciendo presión sobre los nervios y provocando dolor. -
Bajas temperaturas:
El frío puede aumentar la rigidez articular al reducir el flujo sanguíneo en los músculos y articulaciones. Esto genera una mayor sensación de incomodidad, especialmente en pacientes con artrosis. -
Humedad alta:
Aunque no afecta directamente a las articulaciones, el aumento de humedad puede influir en el estado emocional y físico, haciendo que las molestias preexistentes se perciban con mayor intensidad. -
Inflamación en enfermedades articulares:
Condiciones como artritis reumatoide o lupus son inflamatorias de base. Los cambios en el clima pueden agravar estos procesos, aunque el mecanismo exacto no se comprende del todo. -
Factores psicológicos:
El dolor es una experiencia subjetiva. La anticipación del cambio de clima puede incrementar la percepción del dolor, particularmente en personas que ya han experimentado estos episodios. -
Lesiones previas:
Articulaciones dañadas por fracturas o esguinces suelen ser más sensibles a cualquier cambio en el entorno, incluyendo el climático.
Cómo aliviar estos dolores?
Si el cambio climático afecta tus articulaciones, estas soluciones pueden ser de ayuda:
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Mantén las articulaciones calientes:
Usa ropa térmica, guantes y calentadores para proteger las áreas sensibles del frío. -
Haz ejercicio regularmente:
Actividades como yoga o natación fortalecen los músculos alrededor de las articulaciones y mejoran su flexibilidad. -
Aplica calor local:
Las almohadillas térmicas o compresas calientes pueden aliviar la rigidez y el dolor. -
Controla la inflamación:
Habla con tu médico sobre antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o suplementos como omega-3 y glucosamina. -
Hidratación adecuada:
La humedad externa no debe hacerte olvidar la importancia de mantenerte hidratado para cuidar la elasticidad de tus tejidos. -
Fisioterapia:
Un fisioterapeuta puede ofrecer técnicas específicas para aliviar las molestias en personas con problemas articulares crónicos. -
Evita el sedentarismo:
Aunque el clima invite a quedarse en casa, el movimiento es clave para evitar que las articulaciones se vuelvan más rígidas.
Conclusión: ¿Mito o realidad?
No es un mito que el cambio de clima pueda influir en el dolor articular, pero tampoco es una regla universal ni un efecto directo del clima sobre los huesos. Más bien, es una interacción compleja entre la presión atmosférica, la temperatura, la inflamación preexistente y cómo percibimos el dolor. Si bien no podemos controlar el clima, sí podemos controlar cómo cuidamos nuestras articulaciones.
¿Sientes que tus articulaciones predicen el clima? Es importante acudir al médico para descartar patologías subyacentes y encontrar el mejor tratamiento para tu caso. Aunque el tiempo cambie, tu calidad de vida no debería hacerlo.