Octubre es el Mes de la Concienciación sobre la Artritis Reumatoide (AR), una enfermedad autoinmune que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una patología crónica que causa inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre esta enfermedad, sus síntomas, a qué edad suele aparecer y cómo se está tratando en la actualidad.

¿Qué es la Artritis Reumatoide?

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del cuerpo, principalmente las articulaciones. Esta inflamación puede provocar daño a largo plazo si no se trata adecuadamente, afectando principalmente las manos, muñecas, rodillas y pies. Sin embargo, en casos severos, la enfermedad puede afectar otros órganos del cuerpo, como los pulmones, los ojos o el corazón.

Síntomas principales

Los síntomas de la artritis reumatoide suelen ser graduales, aunque en algunas personas pueden aparecer de manera más repentina. Los más comunes incluyen:

• Dolor y sensibilidad en las articulaciones
• Rigidez articular, especialmente en la mañana o después de un período de inactividad
• Inflamación y enrojecimiento en las articulaciones
• Fatiga y sensación de malestar general
• Pérdida de apetito y, en casos más avanzados, fiebre leve

¿A qué edad aparece la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide puede aparecer a cualquier edad, pero es más común entre los 40 y 60 años. Aunque también puede afectar a niños y jóvenes (artritis idiopática juvenil), la mayoría de los diagnósticos se realizan en personas de mediana edad. Es más común en mujeres que en hombres, con una proporción de 3 a 1.

Factores que influyen en la aparición y agudeza de la AR

Diversos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar esta enfermedad o agudizar sus síntomas:

• Genética: La predisposición genética juega un papel importante. Si tienes familiares directos con artritis reumatoide, tu riesgo de desarrollarla aumenta.
• Tabaquismo: El consumo de tabaco es uno de los principales factores que agravan la enfermedad.
• Obesidad: El sobrepeso puede aumentar la inflamación en las articulaciones.
• Infecciones previas: Algunas infecciones pueden desencadenar respuestas autoinmunes que lleven a la aparición de AR.

Tratamientos actuales

En los últimos años, los tratamientos para la artritis reumatoide han avanzado considerablemente. Hoy en día, el tratamiento combina medicamentos, terapias físicas y cambios en el estilo de vida. El objetivo principal es reducir la inflamación, aliviar los síntomas y prevenir el daño articular a largo plazo.

1. Antiinflamatorios y analgésicos: Se usan para reducir el dolor y la inflamación, pero no frenan el progreso de la enfermedad.

2. Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME): Estos medicamentos, como el metotrexato, son clave para controlar la actividad de la enfermedad y prevenir el daño articular.

3. Biológicos: En casos más graves, se emplean medicamentos biológicos que bloquean ciertas sustancias del sistema inmunitario que provocan inflamación, como los inhibidores del TNF (factor de necrosis tumoral) y los inhibidores de interleucinas.

4. Terapias avanzadas: Recientemente, se están desarrollando tratamientos más específicos, como los inhibidores de JAK, que atacan rutas precisas del sistema inmunitario para frenar la inflamación sin suprimir completamente el sistema inmune.

Recomendaciones para quienes sufren de artritis reumatoide

Si te han diagnosticado con artritis reumatoide, es importante seguir algunas recomendaciones para mejorar tu calidad de vida y evitar que la enfermedad progrese:

• Mantente activo: Realizar ejercicio moderado, como caminar, nadar o hacer yoga, ayuda a mantener la movilidad y reduce la rigidez articular.
• Dieta equilibrada: Una dieta rica en ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescados grasos y frutos secos, puede ayudar a reducir la inflamación.
• Evitar el tabaco: Dejar de fumar es crucial para quienes padecen AR, ya que el tabaco agrava la inflamación y reduce la efectividad de los tratamientos.
• Fisioterapia: Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento guiados por un fisioterapeuta pueden ayudar a mantener la movilidad de las articulaciones y reducir el dolor.
• Revisiones periódicas: Es importante seguir un control médico regular para ajustar los tratamientos según la evolución de la enfermedad.

Origen de la enfermedad

El origen exacto de la artritis reumatoide no se conoce completamente, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Las investigaciones apuntan a que el sistema inmunológico de las personas con AR reacciona de forma anormal a ciertos estímulos, como infecciones o factores externos, desencadenando una respuesta inflamatoria que ataca las articulaciones.

Futuro de los tratamientos

La investigación médica continúa avanzando. En la actualidad, se están desarrollando nuevos medicamentos más efectivos y con menos efectos secundarios, y se están probando terapias personalizadas que permitan un control más preciso de la enfermedad. Además, se investiga la posibilidad de tratamientos basados en la modulación del microbioma intestinal, que podría estar relacionado con la aparición de enfermedades autoinmunes.